Aumenta tu valor

¿Te gustaría ganar más por tu trabajo? Creo que la respuesta es obvia. A todo el mundo le gusta ganar más por su trabajo. Ahora bien, como bien dice el título de este post no te van a pagar más… a menos que demuestres lo mucho que vales. Cuando comprendí este axioma mi forma de ver las cosas cambió.

Y es que, a menos que trabajes en una gran multinacional donde haya establecidos aumentos salariales anuales, por antigüedad, etc, tendrás que ganarte el aumento de sueldo. En definitiva, aprender a venderte.

Partiendo de la base de que toda empresa tiene como objetivo obtener beneficios tendrás que demostrar que tu valía profesional ha aumentado. Puede que accedas a una formación superior, estudies idiomas o seas el mejor, pero si el valor percibido no aumenta, el aumento de salario no llegará.

Todo se basa en la siguiente fórmula:

I (Ingresos) – G (Gastos) = Bº (Beneficios)

Veamos como las empresas aumentan sus beneficios:

I (Ingresos): Para demostrar tu aumento de valor profesional puedes generar mayores ingresos para la empresa para la que trabajas:

  • Atender a mayor número de clientes: Esto puede ser realizando tu trabajo más rápido, mediante la incorporación de nuevos clientes a la cartera de clientes de la empresa o siendo más eficiente.
  • Generar más valor / vender más a cada cliente: Esta es una buena opción cuando no tienes implicación en el proceso de captación de clientes, es decir, que por tu posición no puedes atraer más clientes porque te son dados. En este caso, puedes intentar vender más a cada cliente o aumentar el valor de tu servicio. Por ejemplo, ¿podrías atenderles mejor o más rápido?.
  • Realizar más actividades: También puedes aportar valor en actividades que hasta ahora no estabas ofreciendo, esto es, aprendiendo nuevas actividades, aprendiendo nuevos idiomas que aporten un añadido.

G (Gastos): Es la otra base de la formula, el objetivo es reducirlos. Algunas ideas son:

  • Ahorros: Mediante la utilización eficiente o no utilización de elementos de producción que conlleven coste asociado. Por ejemplo, reducción de costes financieros, de mercadería, de merma, etc… Revisa todos los costes implicados en tu producción directa e indirecta. En la mayoría de las industrias los errores humanos son uno de los mayores costes evitables, tenlos en cuenta.
  • Implementar innovaciones: Puedes generar innovaciones en procesos productivos que permitan un ahorro de costes, en personal o en tiempo.

Recuerda que tienes que considerar que todos los trabajos tienen clientes, sean estos internos o externos y también directos e indirectos. Por ejemplo, la secretaria de dirección tendrá como cliente principal e interno al directivo al que asista, pero también como cliente indirecto todas aquellas personas que deba atender en el desarrollo de sus funciones.

Asegúrate siempre que tus actividades afecten al resultado final como mayores beneficios, sea en la partida de costes o de ingresos.

No obstante, si tu empresa tiene medidores de rendimiento/ desempeño es importante que los conozcas. ¿Qué son los medidores de desempeño? Son los aspectos que son tenidos en cuenta para evaluar el desempeño de cada empleado. Estos pueden ser por costes, producción alcanzada, número de unidades producidas. Las acciones que emprendas deben ir destinadas a aumentar este ratio, de lo contrario hay muchas posibilidades de que tus peticiones sean desatendidas. Puedes también tomártelo como el atajo más directo a tus objetivos.

Por ejemplo, si por tu puesto de trabajo tienes establecido un nivel de facturación de 750.000€ pero no has llegado a esa cifra, de poco servirá que aumentes tu valor profesional por otros medios. Justificar un aumento de valor ante la personal responsable (aunque tengas apoyo de tu jefe directo) va a ser francamente difícil.

De todos modos, no está todo perdido, hay otras cartas que puedes jugar. Como la mayoría de las cosas en la vida, el que mejor se vende se lleva el gato al agua. Hay otras variables empresariales que puedes tener en cuenta:

  • Ventajas estratégicas: Pueden ser aumento de la calidad percibida, facilidad de penetración en otros mercados o aumento de la imagen de marca. En definitiva todo aquello que genere una mejor posición futura de la empresa.
  • Ventajas personales: Estas son todas aquellas ventajas que se derivan de la interacción personal: mejora de relaciones, aporte de valor a compañeros, reducción de estrés, etc… Por ejemplo, imaginemos que trasmitir a tus compañeros tu forma de organización personal en el trabajo ha permitido reducir el estrés en la oficina o mejorar las relaciones entre ellos. Me imagino que ya sabes que a mejor ambiente laboral más productividad, ¿verdad?.

Puedes estar pensando que estas variables no son cuantificables económicamente. Efectivamente, son más más difíciles de cuantificar pero no imposibles. Para ello tienes algunas técnicas que te voy a explicar y también deberás usar un poco la imaginación:

  • Comparación con la competencia: Por ejemplo, en aumento de la cuota de mercado, mejora de satisfacción de los clientes, etc… Puedes proyectar los números y extrapolarlos a cifra de facturación.
  • Valorando el tiempo empleado: Por ejemplo, si eres publicista y has lanzado una campaña con la que has conseguido cambiar una opinión respecto a tu producto en menos tiempo del que sería habitual puedes cuantificar el valor frente al tiempo que se hubiese tardado sin emprender esa campaña. O si la mejora de productividad a tus compañeros ha supuesto una reducción del tiempo empleado siempre puedes multiplicarlo por el coste / hora / persona y obtener una suculenta cifra de ahorro.
  • Valorando el coste de oportunidad, es decir, la mejor alternativa rechazada. Por ejemplo, el coste de oportunidad de comprar un pantalón de 30€ es una entrada a un concierto. Es decir, lo que has dejado de comprar por comprar el pantalón de los 30€. Por ejemplo, el coste de oportunidad de no ofrecerte un aumento de sueldo es tener un empleado desmotivado. Dicho de otro modo, con un mayor salario estarás más motivado y serás mucho más productivo, tanto que producirás un 10% más.

¡Y nunca olvides los testimonios de tus clientes! Además de poder releerlos en momentos no tan buenos puedes utilizarlos como prueba de tu valor.

En definitiva, debes aumentar tu valor percibido en cuantas más áreas posibles para poder conseguir tus objetivos: conseguir el ansiado aumento de sueldo.

¿Y tú? ¿Quieres empezar a demostrar tu mayor valor?.
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