Conseguir lo que quieres en tu vida es fácil
¿Recuerdas el colegio cuando nos enseñaban el proceso de comunicación? Sí, todo eso de emisor, receptor, canal… Hace tiempo que hemos superado esa etapa pero conviene que hagamos un repaso. La comunicación es un factor clave en nuestra vida y esencial para conseguir lo que deseamos. Afecta a todos los ámbitos y es imposible no comunicar. Si, has oído bien, hasta un silencio dice algo y eso sin tener en cuenta el lenguaje corporal. Algo que tienen en común los grandes líderes es que manejan la comunicación con maestría.
Tener en cuenta los factores que intervienen en la comunicación ayuda a mejorarla y en consecuencia conseguir los resultados deseados. La comunicación no funciona si no consigues en tu interlocutor el resultado que esperas. Para mejorarla nada mejor que volver al esquema de la comunicación. De manera resumida se compone de:
- Emisor: Es la persona que emite un mensaje codificado.
- Receptor: Es la persona a la cual se dirige el mensaje codificado.
- Mensaje: Información codificada que se desea trasmitir.
- Código: Es el conjunto de signos en el cuál está escrito el mensaje y que emisor y receptor deben conocer.
- Canal: Medio por el cual se tramite el mensaje.
- Contexto: Es la situación a la que se elude en el mensaje.
- Situación: Es el espacio o espacios físicos donde se lleva a cabo la comunicación.
- Ruido: Son interferencias que hacen que el mensaje no pueda ser trasmitido de manera adecuada.
- Redundancia: Es el hecho de repetir el mensaje para evitar los efectos del ruido.
- Filtros: Son elementos que impiden que el mensaje llegue al destinatario o llegue modificado.
- Retroalimentación: Es la respuesta ocasionada por nuestro interlocutor tras la recepción del mensaje.
Conocer o recordar los elementos de la comunicación te ayudarán a identificar el lugar donde la comunicación no está funcionando. Es probable que hayas repetido la misma argumentación una y otra vez pero sin conseguir los resultados deseados. ¿Es el código correcto? ¿El mensaje es el adecuado? ¿Qué canal utilizas? ¿Es probable que la situación no sea la adecuada?…
La comunicación es como un partido de tenis, debe haber al menos dos partes. Responsabilizarte del proceso comunicativo es esencial para obtener los resultados óptimos. Estos son algunos de los ejemplos que un líder en comunicación tendrá muy en cuenta:
- Adapta el mensaje a su interlocutor y cuida que el mensaje sea comprendido: Todos utilizamos tecnicismos, acrónimos y argot profesional en nuestro día a día. Mejor no lo utilices a menos que sepas que tu interlocutor lo va a conocer. Habla a tu interlocutor en su mismo idioma siempre que puedas y si el idioma es común utiliza sus palabras.
- Utiliza el canal y la situación adecuadas: No todos los mensajes son aptos para cualquier canal. Por ejemplo, hay quien considera que dejar una relación por whatsapp es inadmisible.
- Tiene en cuenta los filtros y el ruido: Los filtros pueden tomar cualquier forma: desde una secretaria, un antivirus que bloquea tu correo electrónico. Igualmente el ruido puede ser textual o figurado, es decir, puede que tu vecino esté con haciendo obras en su casa (ruido en sentido textual) o figurado cuando, por ejemplo, tu interlocutor está sumido en sus pensamientos.
- Y sobre todo, obtiene retroalimentación de calidad: Puede que el interlocutor te haya oído y te haya respondido pero no haya comprendido el mensaje. Una buena retroalimentación es aquella en la que el receptor confirma que efectivamente ha comprendido el mensaje.
Recuerda que la comunicación es oral y / o escrita y puede tomar cualquier forma: un currículum, una entrevista de trabajo o un email a tu jefe. Ten estos sencillos trucos a mano y te sorprenderán los resultados obtenidos.
¿Y tú? ¿Ya manejas la comunicación con maestría?.