La última cocacola del desierto

¿Has pensando lo que hace las cosas irresistibles? ¿Sabes lo que marca la diferencia entre lo normal de lo que todo el mundo desea? Hay determinados productos que tan pronto se anuncian sus fieles seguidores están dispuestos a cualquier cosa por tenerlo: noches sin dormir, colas interminables… Desde el último modelo de iPhone, entradas a conciertos, discos o comprar lotería en un determinado lugar. Esta es la diferencia entre estar en demanda frente a estar en oferta.

Curiosamente todos las empresas que gozan de una excelente cuota de mercado están en demanda. Imaginemos por un momento que ganas el premio gordo de la lotería y quieres comprar un precioso Ferrari nuevo. Tienes el dinero suficiente. Quizás pienses que es tan sencillo como ir al concesionario de Ferrari más cercano, hacer tu encargo y en un tiempo razonable tendrás tu maravilloso coche. Pero en realidad NO. La política de Ferrari no funciona así. La empresa no te venderá ningún coche a menos que estén seguros que seas su cliente: deberás estar en la lista de espera al menos tres años y además habrás sido investigado por un equipo especializado en averiguar si cumples el perfil. Ferrari sólo vende a millonarios. Es una empresa que está en demanda. También puedes pensar que estar en demanda tiene que ver con las cualidades del producto, en realidad no. Por ejemplo, Apple no tiene los mejores productos y pese a ello es líder en el mercado. Se trata de elaborar una propuesta perfecta.

Ahora pensemos en cualquier otra marca de coches. Quizás recuerdes cual fue su último anuncio, las características técnicas e incluso el precio de promoción. Este producto está claramente en oferta.

Quizás esto te suene alejado a tu realidad diaria y pienses que se trata de empresas o compañías. No es del todo cierto. Curiosamente en el mercado laboral ocurre lo mismo, hay profesionales cuyo trabajo está en oferta y profesionales afortunados cuyo trabajo está en demanda. Para tí, que deseas estar en demanda y no en oferta, estos son los cuatro puntos cardinales para ser irresistible (tú, tu proyecto o tu producto) con una propuesta perfecta:

  • ¿Para quién?: Dirigirse a todo el mundo es un error. Ninguna empresa de éxito hoy en día se dirige a «todo el mundo». Es sencillo, si te especializas en resolver una necesidad específica a un tipo de cliente específico serás destacable. Si pretendes ayudar a todo el mundo es posible que tu visibilidad será casi cero. Recuerda que Ferrari sólo vende a millonarios.
  • ¿Para qué?: El «para qué» es la misión. Tener una misión potente te enfoca y hace que todos tus actos y decisiones estén centrados en ese objetivo. Una forma fácil de crear una misión potente es utilizando la fórmula de: «ayudar a (cliente objetivo) a conseguir (resultado)». Por ejemplo, la misión de soymillennial.com es ayudar a jóvenes profesionales millennial a conseguir el estilo de vida que desean. Para que una misión sea potente no debe incluir el «cómo» se va a realizar ya que pueden ser muchas las herramientas o procesos que pueden dar soporte a la misión o incluso quedar obsoletos con los avances del mercado.
  • ¿Por qué yo?: Solemos rechazar a la gente que tiene la respuesta a esta pregunta e incluso los tachamos de prepotentes. Lo cierto es que un buen elevator pitch te va abrir muchas posibilidades a las que hasta ahora no tenías acceso, sencillamente porque no sabían como les podías ayudar. Para buscar un «por qué yo» irresistible puedes pensar en lo siguiente:
    •  Historia personal: Los sherpa son los pobladores de los montes Himalaya, experimentados escaladores que ayudan a otros intrépidos a llegar a donde ellos ya han llegado. Nadie mejor para ayudar que alguien que ya lo haya conseguido.
    • Tu formación: si sabes algo que te aporta una ventaja competitiva, es hora que lo refresques y estés preparado para demostrar tu conocimiento.
    • Certificaciones o reconocimientos obtenidos: esto es muestra irrefutable de tu profesionalidad.
    • Testimonios / referencias: Nada mejor que tener clientes satisfechos, buenas referencias o una carta de recomendación de alguien que ha confiado en ti. Esto te hace digno de confianza.
  • ¿Por qué ahora?: Debes pensar en los beneficios que puedes aportar tu, o tu producto. Quizás sea, ¿ahorro de tiempo?, ¿ahorro de dinero?, ¿que tu cliente alcance los objetivos más rápido?. Tendrás que agudizar un poco tu ingenio para inspirar a tu cliente a que tome la decisión cuanto antes.

La próxima vez que quieras presentar una nueva propuesta, tu candidatura personal, quieras pedir a tu jefe un aumento de sueldo o quieras convencer a alguien de algo, piensa en estos cuatro ejes, dá razones de todos ellos y serás irresistible.

¿Y tú? ¿Quieres ser irresistible desde hoy?.

 

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